009. Chato Méndez, cantaor flamenco

Chato Méndez, cantaor linense.

José Méndez Bao, el Chato Méndez, nació en La Línea el 19 de marzo de 1914 y murió el 15 de diciembre de 1964. Sus padres, José Méndez Salas y María Bao Cisneros, eran de Estepona y de La Línea respectivamente. Fue el mayor de tres hermanos y se casó con Ángeles López Serrano. El Chato Méndez era poseedor de un fandango propio, aunque de similares formas musicales al de Antonio de la Calzá.

De repertorio muy amplio, cantaba por soleá, bulerías por soleá, cantiñas y malagueñas. También dominó como pocos el fandango de Macandé. El 26 de junio de 1960 actuó en la plaza de toros de Algeciras junto a Rafael el Tuerto, Roque Jarrito, Flores el Gaditano, Dominguillo, Joaquín Jarrito, Ramón de Algeciras, Paco y Pepe de Algeciras.


En 1961, el Chato Méndez participó en el teatro Amaya, cedido por la empresa Villar, en un festival a beneficio a Joaquín Jarrito por la pérdida de la visión de un ojo. Actuaron también Antonio Jarrito, Juanito Maravillas, Diego de los Reyes, Manita de Plata y Antonio Sánchez el Verdulero.


En 1962 cantó en un memorable bautizo junto a Juanito Maravillas y Diego Vargas. Tanto Juanito como él volvieron locos a los asistentes. Tío Mollino decía que al Chato había que echarle de comer aparte y que cantaba por seguiriya y por soleá mejor que por fandangos y en los fandangos era un rey.
Una noche llego a La Línea Pepe Marchena con varios acompañantes, entre ellos Palanca. Querían escuchar al Chato y como éste se negó a cantarle, Marchena invito a todos a comer a todos pero se fue sin escucharle aunque después se hicieron amigos.

Según Antonio Arenas, el Chato era muy especial, a veces se le sorprendía escuchando a los pájaros y no permitía que nadie le molestara.

El fandango del Chato Méndez también se le escuchó a Tío Mollino y a la sanroqueña Paqui Lara. Otros grandes intérpretes de ese estilo fueron Paquito Torrejón, Orce y Terry.

Paco Heras, que fue presidente de la Peña Flamenca Linense, hizo la primera biografía del Chato Méndez en 1989 y fue publicada en la revista El Chaqueta. En ella decía: "Su trayectoria artística se limitó al ámbito comarcal, aunque fue un cantaor que pudo fácilmente haber alcanzado más a altas cotas dentro del flamenco".

El Chato tuvo varios seguidores en su fandango. Juan Maravilla, en los fandangos que recreó se basaba en los cantes del Chato y en los de Pepe Aznalcóllar y Bizco Amate. Pepe Luque dijo del Chato: "Cantaor de personal estilo y de un gusto exquisito. Después de haberlo conocido en Sabinillas en casa del gran aficionado Manolo Gil, fui repetida veces a La Línea a buscarlo y escucharlo, siempre acompañado de mi inolvidable compadre Juan El Africano”.

Lo cantaba todo, aunque era más conocido por sus fandangos, a los que daba un sello personal inconfundible. Paco Heras no puede ser más preciso en la definición de su cante: "Era dulzura y sentimiento a la vez, sus fandangos puñaladas al alma". La desgracia de los años ha querido que el Chato no tenga el sitio que le corresponde de ley.